EL CARRO DE LA OTRA VIDA
Aquí en nuestro corregimiento de Santander en 1968, cuando todavía no existía la energía, contaba mi papa francisco que casi se lo llevan los diablos.
Cuando yo era pequeño mi papa francisco me contó de su anécdota, de haber mirado el carro de la otra vida. Mi papa me decía: “no andarás de noche porque es malo, llegaras rápido a la casa”.
En aquel tiempo yo vivía en san Juan chico, y a mi papa le gustaba andar en la noche.
En esa ocasión mi papa se encontraba en esta vereda de Santander siendo las 11:00pm, cuando el miro que brillaba una luz en la vereda de las Huacas y él pensó que era un carro de esta vida sin saber que era de la otra, y en un instante esa luz apareció donde la familia Bonilla, mi papa quedo asombrado de su inmensa rapidez y pensó que era un buen chófer Otra cosa que lo asombro fue que era un carro pequeño ya que en ese entonces solo existían dos buses grandes que pertenecían al señor Manuel Bravo, semejantes a los buses de don Hipólito palacios.
Me contó que el carro se iba acercando cada vez más, estaban a una distancia de cien metros y desde allí pudo observar lo misterioso, cuando miro en este carro había un solo bombillo y adentro varias calaveras eso paso como un viento y al llegar a donde la señora Aura Flores, este carro dio cambio y se fue por la cuesta sin haber carretera dirigiéndose hacia donde el señor Julio Inguinal.
En la misma noche, había estado un señor en la planta de energía donde vivía mi tío Hermiseno y este señor había dicho que lo miro al carro y que en un momento ya había aparecido es Puerres y que las calaveras se iban quejando peor que enfermos.
Hubo otra oportunidad que mi papa lo había vuelto a mirar, cuando él estaba en la planta de energía, allí solo habían callejones, pero esta vez él ya sabía lo que era, se asustó y observo que tenía luces rojas y muy brillantes y andaba muy rápido por donde no existía carretera.
Mi papa me contó que se había corrido a una casa para poder favorecerse ya que este carro se lo quería llevar, y en el terreno por donde el pasaba habían unos terneros y el del susto se escondió en medio de ellos, los terneros asustados saltaban quebraron las estacas, y estas huyeron hacer daño a una huerta de maíz a mi papa lo acabaron de golpear, hasta que huyo y llego a una casa y al golpear salió una señora, mi papa le contó lo sucedido y le pidió posada e informándole también que los terneros estaban haciendo daño en el maíz, ella le dijo que por ningún motivo salía.
RELATADO POR: HORACIO IMBACUAN
MUNICIPIO: CORDOBA (NARIÑO)
VEREDA: SANTANDER
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